En Su testamento, Bahá’u’lláh nombró a Su hijo mayor, ‘Abdu’l-Bahá, como el intérprete autorizado de Sus enseñanzas y Cabeza de la Fe. En todo Oriente y Occidente, ‘Abdu’l-Bahá llegó a ser conocido como un embajador de la paz, un ser humano ejemplar, y el principal promotor de la nueva Fe.
“Quienquiera se haya asociado con Él ha visto a un hombre sumamente bien informado, cuya expresión es cautivante, quien atrae a las mentes y almas, y está dedicado a la creencia en la unidad de la humanidad…”
El periódico Al-Mu’ayyad, Egipto, 16 de octubre de 1910.