Comunidad Bahá'í de Colombia

La Fuente de Guía

“Estas santas Manifestaciones han sido para el mundo como la llegada de la primavera. Pues cada primavera es el tiempo de una nueva creación”.

‘Abdu’l-Bahá

La Fe bahá’í comenzó con la misión confiada por Dios a dos Mensajeros divinos – el Báb y Bahá’u’lláh. Hoy, la unidad distintiva de la Fe que Ellos fundaron se deriva de las instrucciones explícitas dadas por Bahá’u’lláh para asegurar que Su guía continuara después de Su fallecimiento. Esta línea de sucesión, conocida como la Alianza, pasó de Bahá’u’lláh a Su Hijo ‘Abdu’l-Bahá, luego de ‘Abdu’l-Bahá a Su nieto, Shoghi Effendi, y, posteriormente, a la Casa Universal de Justicia, ordenada por Bahá’u’lláh. Un bahá’í acepta la autoridad divina del Báb y de Bahá’u’lláh, y la de estos sucesores designados.

El Báb
Santuario de El Báb en Haifa, Israel.

1819 - 1850

El Báb es el Heraldo de la Fe bahá’í. A mediados del siglo XIX, anunció que Él era el portador de un mensaje destinado a transformar la vida espiritual de la humanidad. Fue Su misión la de preparar el camino para la venida de otro Mensajero de Dios, más grande que Él, Quién inauguraría una era de paz y justicia.

“Su vida es uno de los ejemplos de valor más gloriosos que la humanidad ha tenido el privilegio de presenciar”.
Homenaje al Báb del escritor francés del siglo diecinueve A.L.M. Nicolas.

Santuario de Bahá'u'lláh, en Akká, Israel.
Santuario de Bahá'u'lláh, en Akká, Israel.

1817 - 1892

Bahá’u’lláh —la «Gloria de Dios»— es el Prometido anunciado por el Báb y por todos los Mensajeros divinos del pasado. Bahá’u’lláh entregó a la humanidad una nueva Revelación de Dios. De Su pluma fluyeron miles de versos, cartas y libros. En Sus Escritos, perfiló un marco para el desarrollo de una civilización mundial que tomara en cuenta tanto la dimensión espiritual como la material de la vida humana. Por esto, debió soportar 40 años de encarcelamiento, tortura y exilio.

“Las enseñanzas de Bahá’u’lláh …nos presentan ahora la forma más elevada y pura de la enseñanza religiosa…”
Conde Leo Tolstoi, autor ruso.

Abdu'l-Bahá con un grupo de Bahá'ís en Chicago, 1912.
Abdu'l-Bahá con un grupo de Bahá'ís en Lincoln Park en Chicago, Illinois, 3 de Mayo 1912.

1844 - 1921

En Su testamento, Bahá’u’lláh nombró a Su hijo mayor, ‘Abdu’l-Bahá, como el intérprete autorizado de Sus enseñanzas y Cabeza de la Fe. En todo Oriente y Occidente, ‘Abdu’l-Bahá llegó a ser conocido como un embajador de la paz, un ser humano ejemplar, y el principal promotor de la nueva Fe.

“Quienquiera se haya asociado con Él ha visto a un hombre sumamente bien informado, cuya expresión es cautivante, quien atrae a las mentes y almas, y está dedicado a la creencia en la unidad de la humanidad…” 
El periódico Al-Mu’ayyad, Egipto, 16 de octubre de 1910.

Detalle del monumento que se encuentra en el lugar de descanso de Shoghi Effendi, Guardián de la Fe bahá'í.
Detalle del monumento que se encuentra en el lugar de descanso de Shoghi Effendi, Guardián de la Fe bahá'í.

1897 - 1957

‘Abdu’l-Bahá nombró a Su nieto mayor, Shoghi Effendi, como Guardián de la Fe bahá’í. Durante 36 años el Guardián se dedicó sistemáticamente al desarrollo, profundización de la comprensión y fortalecimiento de la unidad de la comunidad bahá’í, a medida que esta crecía y reflejaba cada vez más la diversidad de toda la raza humana.

“Todos quedan atónitos frente a su vasto abanico de logros y la naturaleza de su liderazgo, que en un puñado de personas comunes ha desplegado poderes y capacidades que no sabían que poseían…” 
David Hoffman, autor y radiodifusor.

La Sede de la Casa Universal de Justicia en el Monte Carmelo. Haifa, Israel.
La Sede de la Casa Universal de Justicia en el Monte Carmelo. Haifa, Israel.

Establecida en 1963

Actualmente la Casa Universal de Justicia guía el desarrollo de la Fe bahá’í en todo el mundo. En Su libro de leyes, Bahá’u’lláh dejó instrucciones para que la Casa Universal de Justicia ejerciera una influencia positiva en el bienestar de la humanidad, promoviera la educación, la paz y la prosperidad mundial, y salvaguardara el honor humano y la posición de la religión.

“Y puesto que para cada día hay un nuevo problema, y para cada problema una solución apropiada, tales asuntos han de ser remitidos a la Casa de Justicia, para que los miembros de ésta actúen de acuerdo con las necesidades y exigencias de la época.”
Bahá’u’lláh

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