‘Abdu’l-Bahá es una figura única en la historia religiosa. Comprender su papel fundamental es esencial para entender el funcionamiento de la Fe bahá’í, en su pasado, presente y futuro.
Durante cuarenta años ‘Abdu’l-Bahá fue prisionero del Imperio Otomano, habiendo sido exiliado siendo un niño de nueve años, cuando los miembros de la familia de Bahá’u’lláh fueron expulsados de Irán a los dominios otomanos. Sin dejarse intimidar por las restricciones a su libertad y los desafíos de la vida diaria, ‘Abdu’l-Bahá dirigió su atención a la administración de los asuntos de la creciente comunidad bahá’í y a aliviar la difícil situación de la humanidad promoviendo activamente una visión de un mundo justo, unido y pacífico.
Conocedor de los acontecimientos que ocurrían en el mundo en general, ‘Abdu’l-Bahá consideraba el establecimiento de la paz universal como uno de los asuntos más críticos de la época. Sus escritos y charlas públicas esbozan el enfoque bahá’í de la paz y los métodos para su consecución y explican e iluminan las enseñanzas de Bahá’u’lláh. Reflejan una comprensión profunda y sensible del estado del mundo y demuestran la relevancia de las enseñanzas bahá’ís para el alivio de la condición humana. El enfoque bahá’í hace hincapié en la confianza en el poder constructivo de la religión y en las fuerzas de cohesión social y espiritual como una manera de influir en el mundo.